El arte es parte del conocimiento humano, y fuente de desarrollo personal, social, cultural y político. La danza y las artes del movimiento se han convertido en los últimos tiempos, gracias a su naturaleza mudable, cambiante, permeable, observable y sensible, en un referente no solo para la creación artística, sino también en el terreno de la psicología, la sociología, las ciencias de la salud y desarrollo personal.
Por todo ello la danza y las artes del movimiento se muestran como una poderosa herramienta para el desarrollo humano. Ampliando los límites del conocimiento a través del estudio del cuerpo en movimiento y sus diferentes lecturas poéticas y códigos expresivos.